¿Sabías que…?

Existe una diferencia entre Monjas y Hermanas

Las Monjas y las Hermanas, son mujeres que han elegido vivir una vida religiosa devota dentro de la Iglesia Católica. Hay una gran variedad de congregaciones, cada una con su propio carisma o carácter especial. Durante siglos las Monjas; cubiertas de velos negros y vestidos de cuerpo completo con mangas largas llamados “hábitos”, dieron su vida para ayudar a las personas en nombre de Jesucristo. Vivimos nuestras vidas totalmente dedicadas a Dios y nos ofrecemos en servicio a otros como una expresión de nuestra relación con Dios.

Aunque se les llama “Hermanas” a las Monjas y Hermanas, existe una diferencia que se hace en la Iglesia Católica y no se hace públicamente. Las Monjas hacen votos solemnes y se encuentran enclaustradas, es decir; viven, rezan y trabajan dentro de los confines de un monasterio. Por su parte, las Hermanas hacen votos simples y viven una vida gobernada por la misión, visión y carisma particular de su respectiva orden o congregación. Las hermanas adoptan ministerios, en los cuales se les permiten salir para ayudar a las personas en hospitales, escuelas, parroquias, servicios sociales y similares. Tanto Monjas como Hermanas están reconocidas por la Iglesia Católica Romana.

Hábitos, de vestidos comunes a institucionalizados

Durante muchos años, las Hermanas usaron hábitos largos que se diseñaron a partir de los vestidos comunes de mujeres piadosas en tiempos medievales. Incluso las congregaciones que se fundaron en tiempos modernos adoptaron estilos similares de vestido ya que se institucionalizó. El mismo estilo de vestido se usó por generaciones, con unas cuantas modificaciones, hasta que la renovación de la vida religiosa llevada a cabo por el Concilio Vaticano II en 1965. Desde ese entonces las mujeres han tenido la opción de conservar los hábitos tradicionales o cambiar a unos más simples; un vestido modesto de estilo contemporáneo. Algunas Hermanas aún prefieren el hábito tradicional. Podrá reconocer a una Hermana que no usa el hábito por una pequeña señal, cruz o pin con el emblema distintivo de su congregación. Muchas personas dicen que pueden identificar a una Hermana sólo por su manera de hablar y por su vestuario.

Su Vida Consagrada ¿Es vida o trabajo?

Un voto es una promesa sagrada que una mujer hace para toda su vida. Ser Monja o Hermana no es un trabajo. Como mujer religiosa en la Iglesia Católica, hacemos públicos nuestros votos de castidad, pobreza y obediencia a Dios de por vida. Las Monjas y las Hermanas damos nuestras vidas enteras a Dios para siempre. Nuestro voto sagrado es vivir para Dios solamente y servir a la gente de Dios por el resto de nuestras vidas. Nuestros votos nos liberan de esta vida a través de la cual esperamos expresar amor, misericordia, compasión y cariño por Dios.

Hay muchas órdenes femeninas de religiosas

Hay más de 450 congregaciones diferentes de religiosas enlistadas en el 2012, en el Directorio Oficial Católico de J.P. Kennedy. Las congregaciones fueron fundadas en diferentes siglos para atender a las necesidades de la Iglesia. Aunque tengan nombres parecidos, puede ser muy diferente la manera en la cual atienden esas necesidades. La mayoría depende de su entendimiento histórico particular del propósito de su fundación. Todas las religiosas (Monjas y Hermanas) son llamadas para ser un regalo total del ser para Dios y la Iglesia. Las listas oficiales de la Iglesia Católica son comunidades aprobadas por el Directorio Oficial Católico de J.P. Kennedy. Cada comunidad contribuye al desarrollo de la Iglesia de diferentes maneras.

El significado de los Votos

Los Votos son una expresión libre de la vocación religiosa: son una prueba pública de Jesús, quién vivió en castidad, pobre y obediente a la voluntad de Dios.

Castidad/Celibato consagrado

Los documentos de la Iglesia ponen en claro, la Castidad, llamado también Celibato consagrado, es una señal explícita del deseo que está totalmente conformado por Jesús. Sólo el amor por Dios nos llama a la Castidad religiosa (Celibato consagrado). Éste libera únicamente a los corazones de los seres humanos para Dios, su Iglesia y humanidad. Castidad/ Celibato consagrado es una reflexión del amor infinito que une a la tres personas divinas.

La Castidad, la cual encarna perfectamente nuestro Señor Jesús, le fue conferido como don por su Espíritu en los corazones de aquellos a quienes Él ha llamado a una vida de total consagración. “La Castidad libera al corazón humano de una manera importante, para que arda con el amor de Dios y de toda la gente” (Directivas de la Formación, 13; Perfectae Cariatatis, 12).

Pobreza

El Voto a la Pobreza no se refiere a despreciar los bienes de la creación, si no a comprometerse a la dependencia a Dios y la sola distribución de los bienes de la tierra para liberarse de las cargas que sobrevienen con el acumulamiento de las riquezas y las cuales distraen a la persona del desarrollo de las realidades espirituales de la vida.

Así que las religiosas deben poner su confianza en Dios y en su Providencia en vez de ponerla en los bienes materiales, la riqueza o influencias mundanas. Ponen su confianza en el Padre que conoce sus necesidades. Ellas eligen ser pobres para seguir los pasos de Jesús. Como los primeros creyentes, dan lo que tienen a sus hermanos y ponen todo en común. (Acts 2:42-47)

Obediencia

El entendimiento más común o el más simple de Obediencia: es el sometimiento de si misma a la voluntad de Dios. La Obediencia religiosa es generalmente la sumisión a algo religioso para ser gobernado por la voluntad de Dios, percibida con autoridad legítima—escuchando la palabra de Dios, las señales del tiempo en los eventos y en la sociedad y a la Iglesia Católica enseñando para percibir la voluntad de Dios.

A un nivel personal, el Voto de Obediencia requiere de una vida de oración que cultive un corazón receptivo.

La vida comunitaria es una experiencia humana

El hecho de reunirnos en un grupo hace posible que logremos más que lo que podríamos hacer solas. Al elegir la vida religiosa, nos unimos a una comunidad cuyos miembros trabajan juntos para asumir las desafiantes tareas de ayudar a los pobres, a los desvalidos, a los que no tienen voz y a los que han perdido la esperanza. Esto no significa que todas las Religiosas tengan una relación perfecta con las demás. Somos seres humanos. Pero nos unimos voluntariamente a un grupo para ser testigos del hecho de que el amor de Dios llama a algunas personas a ir más allá de las relaciones de la sangre, de la etnia, de la nacionalidad, para ser hermanas o hermanos de todos.

Las Religiosas pertenecen a las congregaciones

Las Religiosas son tan variadas como todos los seres humanos. Las Congregaciones, en base al propósito de su fundación, también pueden ser muy diferentes. No obstante, cada congregación es igual pues la vida religiosa se concentra en lo que es más importante: El amor de Dios que lo abraza todo. El significado de los Votos. Los Votos son una expresión libre de la vocación religiosa: son una prueba pública de Jesús, quién vivió en castidad, pobre y obediente a la voluntad de Dios.

   Crédito de la Foto: Hna. Germaine, chócala. Pobre Servas de Jesucristo